Saltar al contenido

🪖 Tu casco, tu vida: claves para detectar cuando debemos cambiarlo

Si usás la moto todos los días para laburar, moverte o hacer repartos, sabés que la calle es un lugar impredecible. Por eso, hay una cosa que no puede faltar nunca: el casco. No es un adorno ni algo que llevamos “porque hay que hacerlo”, sino lo que puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.

¿Por qué es tan importante usar casco?

Todos los días estamos expuestos a riesgos. Puede ser una frenada brusca, un auto que dobla sin mirar o un bache que te desacomoda. En todas esas situaciones, el casco es la primera línea de defensa. Literalmente, te puede salvar la vida. De hecho, los datos lo confirman: usar casco reduce un 40% el riesgo de muerte en un accidente y más del 70% las chances de una lesión grave en la cabeza.

¿Cuándo hay que cambiarlo?

Aunque tu casco se vea bien, eso no significa que esté en condiciones. Hay algunos momentos clave en los que tenés que sí o sí pensar en renovarlo:

  • Si tuvo un golpe fuerte, incluso si no se rompió a la vista.

  • Si ya pasaron más de 5 años desde que lo compraste.

  • Si notás que los interiores están flojos o se siente distinto al ajustarlo.

  • Si lo dejaste expuesto mucho tiempo al sol, la lluvia o el calor (algo muy común en quienes reparten todo el día).

En resumen: los cascos también tienen vencimiento. No duran para siempre, y cuando ya no protegen bien, dejan de cumplir su función.

¿Tuviste un accidente? No lo dudes: cambialo

Esto es importante: si tuviste un accidente, aunque sea leve, cambiá el casco. Puede haber absorbido un impacto interno que no se ve pero que compromete su estructura. En Gurpí hablamos con un montón de repartidores que no se daban cuenta de esto hasta que alguien se los dijo.

En Gurpí no solo te ayudamos a tener tu moto lista para repartir, también nos importa que lo hagas de forma segura. Por eso, cuando saques tu moto con nosotros asegurá traer tu casco.


📌 Tip Gurpí: cada vez que limpies tu casco, revisá el estado del visor, las correas y el interior. Es una forma simple de detectar si algo anda mal.


¿Tenés tu casco en buen estado? ¿Cuánto hace que lo usás? A veces postergar cambiarlo puede salir mucho más caro. Tu seguridad vale más que cualquier excusa.