Si vivís arriba de la moto haciendo repartos, sabés lo que es bancarte el clima, las calles de Buenos Aires y la mugre que se te pega hasta en el alma. Pero limpiar la moto no es solo un tema de estética: es una forma de cuidar tu herramienta de trabajo y extender su vida útil. Una moto sucia no solo se ve mal, también puede funcionar peor.
Hoy en Gurpi te compartimos una guía simple y rápida para que puedas hacerle una limpieza como corresponde… sin volverte loco.
Porque la mugre no perdona: se mete en todos lados y acelera el desgaste de piezas clave como la cadena, los frenos o el embrague. Además, si hacés delivery, una moto limpia te representa mejor frente a los clientes.
Y lo más importante: si vas a estar 8 o 10 horas por día arriba de la moto… ¿por qué no hacer que se vea y funcione lo mejor posible?
Nunca laves la moto recién apagada. El agua sobre partes calientes puede deformar piezas o manchar la pintura. Esperá al menos 30 minutos.
Pasá un trapo seco o plumero sobre todas las superficies. Esto evita que la suciedad se mezcle con el agua y raye la pintura cuando laves.
Si tenés poco presupuesto, con detergente común (no abrasivo) y agua tibia alcanza.
Si querés un resultado más pro, te recomendamos:
Shampoo Motul Moto Wash
Liqui Moly Motorbike Cleaner
Opción económica: cualquier shampoo automotor sin cera también sirve.
Una esponja de cocina del lado blando, o un trapo de microfibra. Nada de cepillos duros. Evitá todo lo que pueda rayar.
Empezá por el manubrio, tanque, asiento y seguí por los laterales. Las ruedas, el guardabarros y la cadena van al final, porque son las más sucias.
Para la cadena, lo ideal es un desengrasante para motos como Würth Chain Cleaner o Motul Chain Clean.
Si estás corto de presupuesto: kero o gasoil en poca cantidad con cepillo de dientes viejo.
Luego enjuagá y aplicá grasa para cadena en aerosol.
Con balde o manguera suave, retirás todo el jabón. No uses agua a presión en los rodamientos ni en zonas eléctricas.
Secá con una toalla de microfibra o gamuza sintética. Si queda al sol mojada, se marcan las gotas y la pintura pierde brillo.
Este es el momento ideal para mirar si hay algo flojo, si la cadena está tensa, si falta aire en las ruedas o si tenés una lámpara quemada. Dos pájaros de un tiro. Te recomendamos nuestro artículo "La checklist diaria que todo rider debería hacer antes de salir a la calle"
La mochila térmica, los agarraderas, el asiento y hasta el casco… son parte de tu presentación. Un trapito húmedo a todo eso también suma. Y si usás campera con branding o reflectivos, también pasales un paño.
Sabemos que muchos repartidores arrancan en bici. Pero cuando el cuerpo empieza a pasar factura (o cuando querés hacer más viajes por día), la moto es el siguiente paso lógico.
En Gurpi te damos acceso a una moto 0km, en cuotas fijas semanales, pensada exclusivamente para vos que trabajás en apps como Pedidos Ya o Rappi. Con seguro, patente y mantenimiento incluidos.
Y si un día no la necesitás más, la devolvés sin deudas.