🚲 5 tips para repartir en bici sin destruirte el cuerpo

Si sos repartidor y usás la bici todos los días, seguro ya lo sabés: no es solo pedalear. Son muchas horas en la calle, con calor, con frío, con mochilas que pesan y clientes que no siempre esperan en la puerta. Y aunque estés acostumbrado al ritmo, el cuerpo te pasa factura.

Por eso, si vas a seguir pedaleando, al menos que sea con inteligencia. Acá van 5 consejos simples pero clave para cuidar tu cuerpo mientras hacés tu laburo:

1. Ajustá bien el asiento (¡de verdad!)

Un asiento muy bajo o muy alto te va a arruinar las rodillas en poco tiempo. Si cada día sentís molestias o te cuesta estirar bien la pierna, es una señal.

Tip rápido: cuando estás sentado, la pierna debería quedar casi estirada (pero no completamente) al llegar al pedal más bajo. Si vas siempre encorvado o con las rodillas a la garganta, ajustá urgente.

2. Invertí en un buen asiento o funda

Sí, es un gasto. Pero si hacés más de 5 horas arriba de la bici, te cambia la vida. Hay fundas de gel, asientos con resorte o incluso versiones anatómicas pensadas para reparto.

Bonus: no hace falta romper el chanchito. Hay opciones económicas que mejoran muchísimo tu comodidad. Y tu columna lo va a agradecer.

3. No subestimes la mochila

Una mochila desbalanceada, muy pesada o sin correas bien firmes va a hacerte doler hombros, cuello y espalda en cuestión de días. Y si encima tenés que ir esquivando pozos o subidas, peor.

Intentá que la mochila térmica que te quede bien ajustada, con respaldo acolchonado y, si podés, cinturón abdominal. Y recordá: no te cargues más de lo necesario.

4. Pará, estirá, hidratate

No todo es delivery. Hacete el hábito de parar cada 2 horas (aunque sea 5 minutos), estirar brazos, cuello, espalda, y tomar agua. Sí, lo ideal sería una botella con pico para no tener que bajarte.

Parece obvio, pero a veces uno se mete en la rutina y se olvida del cuerpo. Hasta que duele.

5. Usá guantes y ropa cómoda

Los guantes no son solo para el frío: evitan que las manos se te resbalen, amortiguan vibraciones y te cuidan en caso de caída. También buscá pantalones que no te aprieten, remeras que respiren y, si podés, una campera reflectiva para la noche.

Acordate: la calle no te va a cuidar, así que cuidate vos.

¿Y si ya estás cansado de pedalear?

Repartir en bici es un laburo digno y sacrificado, pero no siempre el más rentable ni el más sostenible. Si sentís que el cuerpo ya no da más o querés hacer más pedidos en menos tiempo, capaz es momento de dar el salto.

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